Escudos de Ourense: Cárcel Episcopal

Un excelente escudo del Obispo Juan Muñoz de la Cueva nos recibe en la fachada del edificio del siglo XVIII, de estilo barroco, situado a escasos metros de la Plaza Mayor de Ourense, concretamente en la calle Obispo Carrascosa. Se trata de la Cárcel Episcopal que dicho prelado mandó construir en el año 1719, quizás  sobre otro anterior ya existente. 

Además de esta cárcel episcopal existía otro presidio que dependía del Ayuntamiento de Ourense en lo que es hoy la calle de la Libertad, que estuvo en funcionamiento hasta 1836. 

Escudo del Obispo Muñoz en la Cárcel Episcopal

Aunque los baremos actuales de confort no nos facilitarían concebirlo así, esta nueva cárcel fue una importante mejora para los presos de la época a quienes, hasta que se construyo este edificio se enviaba sin contemplaciones a las mazmorras situadas en el Palacio Episcopal, en condiciones bastante lastimosas. Además tenía la ventaja de que las audiencias de los presos se hacían allí mismo, con lo cual se abreviaban bastante los procesos.

En el escudo figuran un ciervo y las borlas y mitra obispal con la divisa “ad font es aquarium, sicut cervus desiderant”.

Un largo camino realizo este Obispo hasta su llegada a Ourense: nació en Almedina, localidad situada en el Campo de Montiel, (Ciudad Real), en el año 1660; aún se conserva la casa noble en la que habitó en sus primeros años, en la que figura el escudo de su familia al que le fueron añadidos las borlas y el sombrero obispal. 

Distintas fachadas de la Cárcel Episcopal de Ourense

Desde 1686 hasta el año 1700, fue monje trinitario, que era una orden religiosa no monástica que dedicada a la redención de cautivos cristianos prisioneros de los mulsumanes. Cabe recordar que Miguel de Cervantes Saavedra fue rescatado por estos frailes de Argel; se cree que los Trinitarios,  solo en España en el periodo 1625-1769, rescataron a más de 5.000 prisioneros. Ellos se encargaban de recaudar el dinero mediante  donativos,  viajar a los países, negociar los precios de los rescates y traerlos a casa.

Nuestro Obispo renuncia a su permanencia en la Orden en el año 1700, cuando  se dirige a Toledo a ejercer como Catedrático de su Universidad hasta 1717, en que es nombrado Obispo de Ourense hasta el año 1728.

Cuentan las crónicas que recorrió todos los pueblos de Ourense con gran interés, por muy remotos que estuvieran. Además de la construcción de esta cárcel, también fue el promotor de la rehabilitación del  Palacio Episcopal (que es el edificio que está en frente) en 1727. En la actualidad el primero alberga servicios municipales de nuestra ciudad y el segundo se utiliza como Museo  Arqueológico.

En 1726, el Obispo Muñoz publica "Noticias Historias de la Santa Yglesia de Ourense",  documentando toda la historia de Obispos de nuestra ciudad, casi desde la fundación de Ourense, con una breve historia de Santa Marina, San Facundo y Santa Eufemia, santos oriundos de la provincia.

En 1728, siendo año santo compostelano y según la tradición de aquellos momentos, todos los Obispos de  Galicia debían acudir a entregar donativos a Santiago Apóstol. Cumpliendo tal precepto, acudió a Santiago de Compostela nuestro Obispo a lomos de un mulo. Quizás por su edad, quizás por el esfuerzo del viaje, realizado en aquella época por caminos bastantes duros, se desplomo muerto al llegar a las puertas de la Catedral. Tan penoso debía ser realmente aquel periplo que las crónicas hablan de otros tres obispos muertos  a raíz del viaje en  aquella ofrenda.

 

Además de mostrar la foto el escudo del Obispo en la Cárcel Episcopal os enseñamos el de la fachada principal del Palacio Episcopal. Si os fijáis con detalle en el escudo, observaréis que además de que la divisa no coincide con la del de la cárcel, una de las inscripciones en latín que  pone “Fones” tiene  las letras al revés. Desconozco si fue un error del cantero, si fue un error de  las sucesivas rehabilitaciones del edificio, o tiene algún otro significado.

También incluimos la foto de la versión sencilla del escudo grande, la que se encuentra sobre el dintel de la puerta en la fachada de la calle Obispo Carrascosa.