Escudos de Ourense: Obispo Quevedo Quintano

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viernes, 29 de agosto de 2014

Escudos de Ourense: Obispo Quevedo Quintano

Escudos de Ourense

En la plaza de las Mercedes de la ciudad de Orense, donde actualmente hay un albergue y una residencia juvenil, podemos ver el escudo heráldico del Obispo Pedro Benito Antonio Quevedo e Quintano que fue el promotor de la obra. 

El edificio fue originariamente hospicio donde se recogía a niñas huérfanas sin medios; posteriormente  se convirtió en un centro psiquiátrico.

El obispo nació en Villanueva del Fresno (Badajoz), el 12 de Enero de 1736, falleciendo en Orense el 28 de marzo de 1818; miembro de una familia hidalga, sus padres eran don José Quevedo Canseco, de la Orden de Santiago, y su madre, doña Juana Quintano Vargas Machuca, siendo sus abuelos maternos don Diego Quintano Bolaños y Silva y doña María de Vargas Machuca Mariño de Camba, y abuelos paternos, don Juan de Quevedo Estenon Solana y Guerrero, caballero de la Orden de Santiago y brigadier del ejército, y doña Isabel Canseco y Soto Sirgado. A pesar de haber nacido lejos de Galicia, su rama materna, como puede apreciarse, es de origen gallego. 


Cursó sus primeros estudios con los jesuitas de Badajoz y también obtuvo una beca en Cuenca. Se licenció en Teología en la Universidad de Ávila y se doctoró en la de Salamanca. Una vez concluidos los estudios, ocupa plaza en 1755 en la Magistralía de Badajoz. En 1757, en Zamora. En 1760, en la Magistral de Salamanca. Y aunque durante 6 meses se niega a aceptar el nombramiento como Obispo de Orense, lo hace en el año 1776, llegando a la ciudad el 13 de agosto de dicho año. Ésta debió sorprender mucho al encontrarse distante del boato con el que se acostumbraba a tomar posesión de la diócesis, pues llega sin comitiva, de manera silenciosa y montado sobre una mula. Quizás sea toda una declaración de principios de lo que sería su vida en la ciudad. 

Además del hospicio, fue promotor del hospital de San Roque, el colegio de las Mercedes para niñas y, sin escatimar medios para dotar al clero de su diócesis con la mayor formación posible, fue fundador del Seminario Diocesano de San Fernando, donde acogió a más de 300 curas escapados de las persecuciones religiosas de Francia, durante más de 25 años y mandando más avisos de que estaba dispuesto a acoger a los que hiciera falta para darles protección en su diócesis. Consiguió reunir a su alrededor un distinguido plantel de clérigos que en su época se considera el grupo más prominente de Galicia y entre los más importantes de España. 

En 1790, participa de manera activa contra la revolución conocida como de la Ulloa, donde súbditos de la provincia de Orense se sublevan creyendo ser perjudicados por impuestos, entrando el Comandante y paisanos mal armados con palos en la capital mientras el grueso de amotinados en las afueras de la ciudad. Se declaró así el estado de alarma en la ciudad de Orense para aprestarse a su defensa. El Obispo consigue convencer al cabecilla de que los impuestos no son fruto de excesos sino que son órdenes del Rey, intentando el Corregidor tomarles presos por sorpresa, aún a pesar de la palabra dada de que podían entrar a la ciudad a parlamentar. El Obispo se niega rotundamente y dice que son sus huéspedes e impide cualquier medida contra ellos, manteniendo su interés tiempo después en pedir indultos y perdones para todos los sublevados y escribiendo numerosas cartas al Rey, ya que dice que se trata de pobres personas, ignorantes de leyes y lo hacían con todas las buenas intenciones. 

Durante la invasión de los franceses, el Obispo fue muy activo tanto en las cortes de Cádiz y preside en la Isla de León la Regencia, el 29 de Enero de 1810. Desde un punto de vista político, permanece leal a los procesos constituyentes de las Cortes de Cádiz, pero, como fiel seguidor del monarca Fernando VII, fue condenado al destierro al negarse aceptar que la totalidad de la soberanía residía en el pueblo. Para ello, el 17 de Agosto de 1812, se trasladó a San Pedro de Torey, que si bien era parte del reino de Portugal pertenecía a la diócesis orensana, logrando así permanecer cerca de ella.  

El 21 de Abril de 1813 escribirá su "Manifiesto a la Nación Española" y aclara que su posición se debe a que no reconocía atribuciones a la Junta Suprema para tratar de asuntos para los cuales no había obtenido poderes suficientes. 

Al acabar la Guerra de la Independencia fue condecorado con la Gran Cruz de Carlos III (1814) y con la Banda de María Luisa por su defensa de la monarquía. También recibió el cargo de Cardenal (1816) y aunque se le ofrecieron multitud de puestos tentadores -entre otros, el Obispado de Sevilla-, su compromiso con la ciudad fue total, alegando que le produciría un gran cargo de conciencia abandonar la ciudad de Orense como el de aquel marido que abandona a su mujer sólo por ser pobre; decidió quedarse en el obispado de nuestra pequeña ciudad hasta su fallecimiento. Fue este Obispo una persona llena de profundas convicciones, algunas acertadas, otras quizás equivocadas y fruto de la época. Aunque fue enterrado en la Capilla Mayor de la Catedral de Orense, sus restos fueron posteriormente trasladados a un mausoleo de mármol en Roma realizado por el escultor Antoni Solá, promovido por don Manuel Fernández Varela.

Como colofón final, aclarar la extendida leyenda popular por la que a este Obispo no le gustaban las fiestas: lo cierto es que establecía su prohibición únicamente para los clérigos, ya que consideraba que no daba buena imagen que éstos acudieran a festejos. 

En la Biblioteca Nacional se guarda una reproducción de un retrato de este Obispo, de 1799, en la que podemos apreciar que el escudo que allí se reproduce es distinto del que estamos comentando en este artículo. No podemos afirmar que dicho escudo no sea igualmente el del Obispo, pero el que os mostramos está realizado en piedra en el momento en el que él se encontraba en la ciudad. Desconocemos la razón de esta discrepancia, ya que en ambos es coincidente un solo cuartel y además hemos encontrado otras dos versiones:  uno de Obispo, pero con muchos más cuarteles, otro como Cardenal y por último, algún otro hallado en grabados antiguos. Entiendo que, casi con total seguridad, la foto que os mostramos es su escudo heráldico como Obispo en nuestra ciudad.



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