Curiosidades: El Puente Romano de Ourense

El Puente Romano de Ourense sobre el río Miño es conocido indistintamente como Ponte Romana, Ponte Vella o Puente Mayor, según la época histórica desde la que al mismo se aluda.

Se desconoce con exactitud en que período fue construido, si fue realizado como parte de las construcciones que se hicieron en la Vía Antonina en su primer período, o si fue realizado posteriormente, sustituyendo a otro puente quizás de peor factura.

Calzadas Romanas en el Itinerario
de Antonino

La Vía Antonina, en cuyo trazado se encuentra, fue construida entre los años 79 y 80 durante el Imperio de Vespasiano (69–79 d.C.) y  del de sus hijos Tito (79-81 d.C.) y Domiciano (81-96 dc), en siglo I d. C., como parte de un ramal de la vía XVIII o Vía Nova, también conocida como Vía Antonina, que conectaba la localidad portuguesa de Braga (Bracara Augusta) hasta la ciudad leonesa de Astorga (Asturica Augusta) que constaba de unas 215 millas romanas (cada milla romana equivale a 1.480 metros), lo que equivale aproximadamente a 330 kilómetros de longitud y que también serviría de enlace con la Vía XIX, que unía Braga y Lugo.

La Vía XVIII fue restaurada en tiempos del emperador Maximino el Tracio (173-238) y su trazado lo conoceremos en detalle en el documento conocido por Itinerario de Antonino* (siglo III).

Otros puentes romanos de esta Vía la provincia de Ourense son:

• El puente de Puente Pedriña, cercano a Portela do Home y hoy sumergido en las profundidades del embalse de las Conchas, del cual no podemos dar muchos datos.
• El Puente de Baños de Molgas (Aqua Germinae). Del s.II. Su único arco tiene 10,76 m de luz. En el Siglo XIV sufrió reformas y en el siglo XVIII, lo que alteró algo su fisonomía.
• El Puente de Navea, San Xoán de Río, de origen romano podría datar del 80 d.C., de un solo arco reconstruido en la Edad Media (o posiblemente en el siglo XVI). Su arco central es de 20 metros. En el año 1834 fue encontrado un miliario que está dedicado a los emperadores Tito y Domiciano.
  
• El Puente de Freixo, sobre el río Arnoia, es el último de los puentes de la provincia aceptado como romano. Junto con el puente sobre el Bibei es el único puente de Galicia que conserva toda la cimentación y fábrica completamente romanas, con un arco de 7,70 m de luz, siendo un claro ejemplo de puente simétrico, iba desde el acuartelamiento de Aqua Querquenis, seguramente  hacia  Lugo. En las obras de rehabilitación en el año 1984 se encontró una placa del Bajo Imperio Romano dedicada al emperador Augusto.
• El Puente de río Bibei, cuyo arco oscilaría sobre los 19 metros de luz, se considera uno de los puentes romanos mejor conservados de España. Se  realizó sobre el 80 d.C., aunque por parte de algunos de autores se afirma que fue realizado en tiempos del emperador Trajano(114-119 d.C.)
• El Puente de la Cigarrosa, con cinco arcos y el mayor de 20 metros de luz. Sufrió muchas alteraciones a lo largo del tiempo.

En excavaciones que se realizan en estos momentos, muy cercanas a nuestra ciudad, en el pueblo de Reza Vella, las obras del ave han dejado al descubierto restos romanos del siglo I, con cien metros de calzada (quizás parte de la vía XVIII del Itinerario de Antonino), que comunicaba Ourense con Tui, y tres casas romanas de los siglos III al V, así como varios muros. Estos hallazgos confirman el mucho trabajo que queda pendiente en Ourense.

Hace poco encontraba escrita por parte de un compañero de un foro sobre mi ciudad, la afirmación de que posiblemente el puente romano de Ourense hubiera tenido alguna parte realizada en madera, al menos al principio de su existencia. La verdad es que la idea no me parece descabellada, los romanos supeditaban el paso de los ríos,  a encontrar terrenos rocosos en los que asentar  la base de las pilas que sustentaban  sus puentes. Con casi todos los de nuestra provincia, los romanos tuvieron suerte y encontraron esas rocas para apoyarlos, a excepción del puente de Ourense, de las que no dispone en su totalidad: aunque encontraron rocas para el margen izquierdo, para el pilar central y para el derecho no fue así, dando lugar al puente con mayor arco conocido de Europa construido por los romanos, lo que supuso a la larga, el  “pequeño problema” que causó que se derrumbara tantas veces a lo largo de su historia. Así que esta dificultad técnica seguramente pudiera haber llevado a los romanos  hacer un puente de madera en el arco central, mucho más fácil de construir y como una solución de compromiso para salvar el rio Miño de manera rápida.

Vistas del Puente Romano de Ourense en algún momento del siglo XIX

Otro problema que nos encontramos en nuestro puente romano, al sufrir bastantes obras, es el de saber qué parte tiene de romano y qué parte no lo es. Hasta ahora se ha dado por buena la hipótesis de que los arcos que hoy vemos coinciden plenamente con los arcos que tuvo el puente romano en el momento de su construcción. Hay autores que disienten de esto puesto que la máxima longitud de un arco conocida en los puentes romanos es de 32 metros, mientras que el nuestro tiene poco menos de 38 metros, lo que sin duda le haría alcanzar el récord del puente con el  arco más grande romano conocido. 

Considerando tal límite técnico, podríamos pensar que uno de los pilares del puente se colapsó totalmente  y hubo que construirlo en otro lugar,  de modo que, en vez de dos arcos de 32 metros (para que fuera simétrico), tendríamos uno de 38 metros y otro de 26 metros, aproximadamente (que sería asimétrico y no muy romano aparentemente). O bien, podemos inclinarnos a pensar que por esta vez los romanos sobrepasaron sus enormes capacidades técnicas, que sin duda tenían, y que acometieron un arco de 38 metros,  al no ser posible realizarlo de ninguna otra manera y no encontrar otro sitio cercano en el río para salvarlo. De ahí que aguantara tan poco y estuviéramos de 

manera interminable reparando cimientos o poniéndolo otra vez en pie. O, por último, pasar por la solución intermedia que citábamos anteriormente que al exceder las medidas de seguridad (30-32 metros), el arco central fuera hecho en madera y sustituido posteriormente por fabrica de granito en siglos posteriores, aunque volveríamos a tener el  mismo problema ya que usar madera no soluciona el poder salvar esos 38 metros, pues tampoco se conocen puentes de madera romanos con semejante longitud de arco. 

Como  comentábamos,  los romanos podrían haber pensado  "bueno, como sabemos que tarde o temprano esto se va caer,  lo hacemos en madera, que será más fácil y más barato reconstruirlo, y mientras tanto tenemos puente". Aunque suena raro, por todos es conocido lo en serio que se tomaban los romanos la construcción de sus cosas. Pero bueno, también conocemos puentes en nuestra provincia en cuya edificación prevalecieron las decisiones económicas sobre las técnicas y el imperio romano no siempre disponía de recursos para acometer tantas obras a lo largo de su imperio, que precisamente pequeño no era.

Por otro lado tenemos la famosa simetría de los puentes romanos, cosa que el puente de Ourense no cumple, totalmente asimétricos sus lados izquierdo y derecho, y para mas "puzzle", totalmente descolocado del eje central del Rio Miño, con lo cual no cumple con los parámetros comúnmente aceptados para pasar por “romano”; si pensamos en esa simetría obligatoria y aceptamos que las luces deben ir hasta los 32 metros, como máximo, tendría que tener dos arcos centrales de 32 metros (ya sabemos, que uno de ellos tiene 38 metros). Y si tomáramos como referencia un puente romano, como el de Alcántara por ejemplo, deberíamos tener dos arcos de 26 metros, con lo cual el pilar actual no está en la ubicación original que hicieron los romanos. Pero, estaríamos 

hablando de un puente con 12 arcos totalmente simétricos (que sería casi un calco de la parte izquierda que hay en la actualidad). Y así quedaría resuelto el enigma de cómo sería este puente original, ¿fácil verdad? ¿Todo resuelto? Pues me temo que no. La documentación existente de que se dispone hasta el momento en que se escribe este blog, nos habla de un máximo de diez arcos y con indicaciones de que pudo haber uno más, pero nunca de doce arcos, para cumplir con esa total simetría exigible a estas construcciones.

Otro comentario que nos gustaría hacer es que aunque siempre se han tenido los puentes romanos como rectos, no debemos descartar que  los puentes hechos por ellos en nuestra provincia para desaguar las lluvias tuvieran una ligera inclinación, que aquí la lluvia es pura maravilla, y en la actualidad conocemos los problemas de no hacer puentes inclinados y lo que suele pasar, que tienen tanta agua en  su pavimento como agua que pasa por abajo si nos despistamos. Y aunque el desnivel que hay ahora es totalmente medieval tampoco es descabellado pensar hubiera mucha más pendiente de la que habían construido los romanos originalmente. 

¿En qué estación se construyó? Pues si hablamos de que el cauce del Miño es bastante caprichoso en función de las estaciones y que podemos pasar de escasos 5 metros a 10 metros en las épocas de verano y en inverno de 10 a 18 metros de profundidad,  aunque técnicamente los romanos eran muy  buenos, no debía quedarles más remedio que construir en tiempo de verano, ya que las obras de excavación para poner los cimientos debieron ser bastante profundas, quizás tuvieron cuatro meses para poder salvar la parte central del río y no creemos que fueran capaces de acometer esta obra en tiempos de invierno. El último puente que se ha realizado sobre Ourense en invierno casi acaba en problemas por una crecida sorpresiva y tecnológicamente, creo que hay bastante distancia. 

¿Qué longitud tiene?  En  la actualidad  mide 370 metros y mantiene siete arcos. 

Hitos por años: 

Año 1228 - Para tener noticias sobre el puente desde la época romana tendremos que esperar hasta el siglo XIII, donde según Lucas de Tuy se habla de una reconstrucción de gran envergadura del puente en que el Obispo Lorenzo (1218-1248) lo vuelve a fundar. Aquí debemos destacar la palabra "fundación", que parece dejar claro que se trata casi más de una obra nueva que de tan solo unas reparaciones de arcos; seguramente,  lo que colapsó fueron el arco central y el arco siguiente hacia la derecha (para entendernos, del río hacia el barrio del Puente) quizás resulto dañado algún arco más por simpatía, salvándose la parte izquierda al estar mejor  cimentada y, a partir de este momento, dejará el puente de ser simétrico.

Año 1232 en el puente continúan las obras.

Año 1432 Se vuelve a hundir el arco mayor y tres años después de su hundimiento sigue sin estar reparado el segundo arco correspondiente al margen derecho del río (el inmediato al arco central). 

Año 1437-1438 se solicita el servicio de canteros para afianzar los cimientos. 

Año 1438 se  vuelve a desmoronar el arco central, con lo que el Concejo decide arrestar al maestro de obras encargado de las reparaciones (Afonso Garcia).

Año 1449 se vuelve a desmoronar el arco mayor. El Concejo, prácticamente arruinado, no tiene dinero para afrontar los gastos de reparación, de los cuales se hará cargo el Obispo Pedro de Silva y Tenorio (1447-1462). Lamentablemente para nuestra ciudad, los daños son cuantiosos y pasarán muchos años hasta que sea reparado. En lo que hoy conocemos como Puerto de Ourense  (margen izquierda del río en la zona de lo que hoy son las Lagunas), funcionará una barcaza para trasladar gente y mercancías de un lado a otro del río, aunque no tuvieron mucha suerte ya que la barcaza se hunde y es irrecuperable teniéndose que encargar una nueva barcaza para dar servicio. Así que, sin lugar a dudas, durante una buena época llegar a Ourense debió de ser un periplo de antología.

Año 1484 el puente vuelve estar funcionando.

Año 1489  Vuelve a desmoronarse el arco central.

Año 1527 se vuelve a tener noticias de que el puente amenaza ruina, esta vez parece que una de las torrecillas (Torre Vieja) que estaban en el medio del puente, apoyada seguramente en uno de los pilares, está seriamente comprometida. No se debe confundir esta especie de torreón, llamado en la documentación torre vieja, que debió de ser construido en tiempos del Obispo Lorenzo, con las  torres derruidas en el siglo XIX, ya que son torres distintas; hay documentos que hablan de que en 1571 se construyen unas nuevas torres defensivas por la parte del puente que da a la ciudad (en el sexto pilar) cerca de lo que son las escaleras  para bajar a la capilla de los Remedios y se encarga de estas labores a Juan de Herrera, finalizándose las obras en 1574. .Recordemos que la capilla de los Remedios está completamente finalizada en 1522. Otro problema de datación es que por referencias de la época nos dicen que en estos torreones estaban los escudos de armas de los Lemos y  de los Reyes. (Con lo cual  esto solo sería posible si fuesen trasladados de la torre vieja a la torre nueva) 

Año 1540 Se vuelve a desmoronar.

Año 1579 se vuelve hablar de unas torres defensivas que se construyen además con una capilla. La verdad que esta información  nos ha descolocado bastante porque se supone que estos torreones están ya construidos desde el año 1571 y que en 1574 están completamente finalizadas las obras, aunque por la documentación de la época parece ser que esta suposición no es cierta y que solo se empezaron o se dejaron a medio hacer. Estas obras se encargan al maestro Hernando Calleja quien, al volverse a caer los andamios nuevamente este año (y quizás alguna cosa más), tiene que darse a la fuga para no verse preso.

Año 1602 se vuelven a solicitar obras para reparar el puente que ya vuelve presentar problemas

Año 1652 se vuelve a interrumpir el paso por el puente debido a su mal estado

Año 1664 Melchor de Velasco repara la bóveda central que se había venido abajo. También incluye los trabajos en el pilar central.

Año1679 estalla la guerra contra Portugal y se realizan obras en el puente como parte de los preparativos de defensa de la ciudad, (entiendo que debieron ser reforzados los torreones y  adecuarlos para la guerra). De estas obras se encargo Pedro de Aren.

Año 1700 el concejo de Ourense vuelve a quejarse del mal estado del puente, se vuelve a instar a que sean reparadas las barcazas a la mayor brevedad.

Año 1710 se  realizan obras defensivas en el puente, reparándose la puerta de madera que parece que estaba totalmente caída, y trasladándose a tales efectos los dos portones de la puerta de la Aira

Año 1716 por razones que desconozco, seguramente debido al uso y la edad, la barcaza que presta servicio para el paso del río ya no se encuentra operativa y el ayuntamiento solicita la construcción de dos nuevas barcazas para dar servicio. En 1725 se vuelve a tener noticias de una barcaza que se hunde y hasta 1730 no se vuelve a tener otra para sustituirla. ¿Las razones?, las de siempre,  la falta de dinero por parte del concejo para sufragar los gastos. A partir de 1739 parece que ya no vuelve haber más problemas con las barcazas porque no se tiene más noticias de ellas.

Año 1727 uno de los cubos amenaza ruina debido a la falta de mantenimiento 

Año 1745 se desmorona el techo de las torres defensivas del Puente.

Año 1777 según la documentación dada por la profesora Olga Gallego, Pedro Fontela acude a repararlo porque se ha caído de nuevo parte del arco. El tema acaba fatal con Pedro Fontela, huído, acusado de sabotear las obras del puente por falta de pago de los haberes que reclama al concejo y tendrá que acabar las obras Pedro del Mazo, que tampoco acaban bien, y aquello termina siendo una campaña campal, discutiendo cómo deben hacerse las reparaciones y nadie parece que se pone de acuerdo, ni qué técnicas deben usarse, ni qué partes deben repararse, ni cuáles deben pagarse ni cuánto deben costar. Teniendo que ser llamados varios expertos para que dieran fin al conflicto.Supongo que, ya de aquellas,  todo el mundo había perdido los nervios con tanto arreglo de puente y los ánimos andaban muy soliviantados.

Año 1835  hay que reparar el pilón central y se encargará a Santiago Estévez.

Año 1837 coincidiendo con las guerras carlistas, se construye una nueva torre defensiva por el  margen derecho del río, en la entrada desde el bario del Puente. Aunque hay documentos que sitúan la construcción de este nuevo torreón en 1846.

Año 1839 las torres de ambos márgenes del río son derruidas debido a que unas están en muy mal estado y las otras solo interrumpen el tráfico rodado de carretas y personas

Entre 1880 y 1884 se hacen las últimas reformas debido a la construcción de la carretera Benavente -Ourense que dejan el puente con la fisonomía que conocemos en la actualidad. Se encargará de las obras Sebastián Martinez  Risco.

*Itinerario de Antonino: Documento que se supone redactado en el siglo III, en el que aparecen recopiladas las rutas del Imperio Romano. Solo se conserva la copia procedente de la época de Diocleciano (siglo  IV). No parece que tenga relación con el emperador Antonino Pio, sino más bien con Marco Aurelio Antonino, ”Caracalla”, que gobernó desde el 211 hasta el 217.

Vistas del Puente Romano desde el Puente del Milenio, Ourense