Un excelente escudo del Obispo Juan Muñoz de la Cueva nos recibe en la fachada del edificio del siglo XVIII, de estilo barroco, situado a escasos metros de la Plaza Mayor de Ourense, concretamente en la calle Obispo Carrascosa. Se trata de la Cárcel Episcopal que dicho prelado mandó construir en el año 1719, quizás sobre otro anterior ya existente.
Además de esta cárcel episcopal existía otro presidio que dependía del Ayuntamiento de Ourense en lo que es hoy la calle de la Libertad, que estuvo en funcionamiento hasta 1836.
Escudo del Obispo Muñoz en la Cárcel Episcopal |
En el escudo figuran un ciervo y las borlas y mitra obispal con la divisa “ad font es aquarium, sicut cervus desiderant”.
Un largo camino realizo este Obispo hasta su llegada a Ourense: nació en Almedina, localidad situada en el Campo de Montiel, (Ciudad Real), en el año 1660; aún se conserva la casa noble en la que habitó en sus primeros años, en la que figura el escudo de su familia al que le fueron añadidos las borlas y el sombrero obispal.
Distintas fachadas de la Cárcel Episcopal de Ourense |
Nuestro Obispo renuncia a su permanencia en la Orden en el año 1700, cuando se dirige a Toledo a ejercer como Catedrático de su Universidad hasta 1717, en que es nombrado Obispo de Ourense hasta el año 1728.
Cuentan las crónicas que recorrió todos los pueblos de Ourense con gran interés, por muy remotos que estuvieran. Además de la construcción de esta cárcel, también fue el promotor de la rehabilitación del Palacio Episcopal (que es el edificio que está en frente) en 1727. En la actualidad el primero alberga servicios municipales de nuestra ciudad y el segundo se utiliza como Museo Arqueológico.
En 1728, siendo año santo compostelano y según la tradición de aquellos momentos, todos los Obispos de Galicia debían acudir a entregar donativos a Santiago Apóstol. Cumpliendo tal precepto, acudió a Santiago de Compostela nuestro Obispo a lomos de un mulo. Quizás por su edad, quizás por el esfuerzo del viaje, realizado en aquella época por caminos bastantes duros, se desplomo muerto al llegar a las puertas de la Catedral. Tan penoso debía ser realmente aquel periplo que las crónicas hablan de otros tres obispos muertos a raíz del viaje en aquella ofrenda.
También incluimos la foto de la versión sencilla del escudo grande, la que se encuentra sobre el dintel de la puerta en la fachada de la calle Obispo Carrascosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son bienvenidos. Por favor, evita el spam. Gracias.
Your comments are welcome. Please refrain from spamming. Thanks.
.