Escudos de Ourense: Casa de los Boán

Es difícil contar la historia de los Boán ya que parece extraída de una telenovela, complicado de saber dónde empiezan las verdades y acaban las mentiras tejidas para aumentar su prestigio en nuestra ciudad. 

Su palacio con cuatro alturas, que para el siglo XVII equivalía en Orense a un rascacielos, y sus numerosos escudos heráldicos son ya en sí un buenos indicios de sus intenciones.

El primer Boán documentado aparece en el pueblo de Boán (Chantada, Lugo) en el siglo XV. Llamado Fernando de Boán, era un comerciante de paños, quizás acomodado pero no era noble. 

Su descendiente en el siglo XVII, Juan Fernández de Boán, es a quien realmente se debe la grandeza de esta familia. Colegial de Fonseca, Licenciado de Prima y Cánones, ocupa plaza en Real Audiencia de Panamá y luego en la de Lima, donde amasó una inmensa fortuna.  

Escudo de los Landecho

Además allí conoce a doña Damiana de Landecho y Asolo,  que atesoraba una gran riqueza procedente de su familia y de sus dos maridos difuntos, y se casa con ella. A su fallecimiento, ésta nombra como herederos universales a su esposo y la hija natural de éste, fruto de una relación anterior: dado que en aquellos tiempos las comunicaciones entre las ciudades eran impensables con la fluidez de hoy en día y podían pasar años hasta que llegaran noticias desde Perú o quizás nunca llegar, había optado por hacer pasar  a su hija ilegitima como hija de Doña Damiana, por eso figuran los escudos de los Landecho en el palacio aún sin ser heráldica perteneciente a los Boán.

Otro descendiente de importancia será Pedro Fernández de Boán, ya que es quien construye el recién mencionado Palacio de Boán en Ourense, en el siglo XVII, que luce cuatro escudos. Se encuentra en pleno centro del caso viejo de la ciudad, en una de sus vías más concurridas, al final de la calle de Santo Domingo, llegando a la Plaza del Hierro. 

Como quiera que toda la historia “hidalga” que habían inventado se hubiera quedado pequeña, Pedro es autor, con su hermano, de un falso cronicón llamado “Historia Gótica de Don Servando”. Para encumbrarse todavía más, en el libro mezclaron  tantas fantasías, medias verdades y falsedades completas que llevaría un profundo análisis delimitar que hay de cierto en él, este libro no hubiera sido reseñable si no hubiera habido autores que lo dieran como referencia para el estudio de la nobleza en Galicia y así es normal ver,  aún  en nuestros días, reseñas de tan famoso libro.  Al decir de un contemporáneo, Fr. Ambrosio Pérez,  fue un personaje “arrogante y pendenciero, con ínfulas de erudito y leguleyo, que era nieto de clérigos e hijo de escribano, cristianos viejos y rancios, sí, pero, al fin gente llana”.

Uno más de los descendientes de este linaje a mencionar será Juan Fernández de Boan y Landecho, quien fue Regidor Perpetuo de Ourense y Caballero de Santiago en 1669 (llevándole mas de 16 años conseguir su expediente, poco parece después de todo lo anterior). Casó en Pontevedra con doña Pascua Fajardo de Lanzós, dueña y señora de la casa y pazo de Teis.

La heráldica del palacio: Armas de los Boán, escudo de sinople (verde), con una muralla de plata rota por dos partes, con ondas de agua de azur (azul) y sobre la muralla una corona de oro, surmontada de un águila en sable (negro) y entre las dos cabezas del águila, la palabra Boán escrita.

Armas de los Landecho: Origen en el País Vasco en tierras de Vizcaya. Sus armas serian cinco lobos negros con Bordura en gules (roja), con ocho aspas de oro (amarillo). el árbol que les acompaña en los cuarteles serían un manzano, las barra pudieran ser de los Asolo, porque a los Landecho no pertenece, solo saldríamos de dudas si hubiera algún escudo en Lima de esta familia.

Por último, citar que el sol que vemos en el escudo hace referencia  a la fortuna ganada en América, en otras familias he visto ponerlos por la misma razón.