En el barrio del Couto de Ourense tenemos el colegio del Santo Angel en el edificio que fue el palacete de la familia Temes–Santamarina. El matrimonio estaba formado Doña Ángela García Santamarina Alduncín Gazpui, IV Marquesa de Atalaya Bermeja y V Condesa del Valle de Oselle y Don Isidoro Temes Sáenz.
El palacete, que mostramos en las fotografías, también cuenta con una capilla donde descansan los restos mortales de la familia y con un museo que alberga los recuerdos familiares, algunos de ellos de mucho valor.
Doña Angelita, como era conocida en Ourense, fundó un asilo para niñas huérfanas y sin recursos, contactando con las Religiosas Calasancias para su gestión, dando lugar a lo que hoy conocemos por Colegio del Santo Angel. El colegio es para niñas y tiene aproximadamente 650 alumnas, pero bueno estamos preparando un post solo para esta belleza arquitectónica y quizás surja alguna maqueta de papel, quién sabe.
De los escudos heráldicos podemos decir que son dos magnificas labras de granito del siglo XX.
El primer escudo, timbrado con un yelmo:
- Primer Cuartel: linaje Temes, tau y tres fajas. Sus armas son: En campo de gules tres fajas de oro superadas por una tau, de oro.
- Segundo Cuartel: partido con las armas de los Sáenz. Sus armas son: árbol con dos panelas y dos lobos afrontados.
- Tercer Cuartel: cinco cabezas de lobos en sable, del linaje de los Mosquera.
- Cuarto Cuartel: Brazo armado empuñando una maza y seis dados, linaje de los Somoza.
El segundo escudo, timbrado con corona de marqués, con águila:
El tercer escudo:
- Primer Cuartel: que figura una garza del linaje armas de los García
- Segundo Cuartel: el castillo sobre ondas con brazo armado linaje de los Santamarina
- Tercer Cuartel: linaje Temes, tau y tres fajas.
Como curiosidad citar que la ciudad de Orense del partido de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, Argentina, fue fundada en 1913 y debe su nombre a Ramón Joaquín Santamarina Valcárcel (Orense, 25 de febrero de 1827 - Buenos Aires, Argentina, 23 de agosto de 1904 ) padre de doña Ángela García Santamarina Alduncín Gazpui.
Sé que, en Ourense, de siempre conocemos de la generosidad de Doña Angelita para con nuestra ciudad. Quizás más desconocida es la de su padre y su historia y creo que puede servir de muestra de los tiempos que vivió nuestra ciudad.
Sus padres eran Don José García Santamarina Varela, capitán de la Guardia de Corps del Rey Fernando VII, y de Doña Manuela Valcárcel Lopez de Agra y Pereira, de una rica familia de Ourense.
Por causa de su cargo, el padre pasaba mucho tiempo en Madrid y por amoríos y quizás una vida un poco disipada, acabo sancionado y acosado por sus acreedores. Entonces, la familia se traslada a sus últimas propiedades en La Coruña, donde su padre, en un acto de trágico de desesperación, le hace prometer a su hijo, el pequeño Ramón Santamarina de tan solo 8 años de edad, que volverá a recuperar la fortuna de su madre que él se ha gastado, para que nada falte a ella y sus hermanos, para, a continuación, quitarse la vida con una pistola.
Y allí encontraron al niño, con el cadáver de su padre en la Torre de Hércules. Y, como las tragedias no vienen solas, la madre sumida en el dolor, fallece. Al conocer la noticia de la muerte del cabeza de familia, los acreedores se lanzan a por lo poco que ya les quedaba. Y lo que era una familia rica y acomodada pasó, de la noche al día, a encontrarse en plena indigencia.
De los días felices que se le prometía a la existencia de Ramón, de nacer en una de las familias más acomodadas de Ourense, pasó a verse sin nada. Para evitar que tuviera mendigar es ingresado en el Hospicio de Santo domingo de Santiago de Compostela. Debía, sin embargo, tener un carácter especial este orensano. De allí se escapa y se dirige a Vigo. Se alista, entonces, como grumete en una corbeta que partía a Buenos Aires.
Y así nuestro intrépido orensano llega a Tandil en Argentina, donde hace trabaja para subsistir, como mozo de hotel, descargando carretas, como peón del campo,… Trabajador incansable, con sus pocos ahorros, compró una carreta y algunos bueyes y se dedicó al transporte de mercancías, empezando poco a poco a hacer fortuna y a adquirir propiedades.
En 1878 se crea la sociedad Santamarina e Hijos donde continúan los éxitos empresariales, cabe decir que jamás olvidó a la gente humilde, ya que siempre donaba dinero a beneficencia de escuelas y hospitales. Por lo que ese rasgo generoso que vimos en doña Angelita es el mismo que heredó de su padre.
Lamentablemente, 14 años después Don Ramón Santamarina moriría de la misma manera que su padre, pegándose un tiro.
Sin duda alguna, hay escudos que honran a los que lo tienen de regalo y otros que honran a su escudo de armas y se hacen acreedores de él. Es éste el caso de un orensano al que aunque la suerte no quiso acompañar, supo sacar lo mejor de sí y enfrentarse al mundo que le tocó vivir. Sin duda alguna supo cumplir su palabra de volver a crear un imperio de la nada, a base de trabajo y sacrificio, y entiendo que debe ser motivo de orgullo para nuestra ciudad que hayan nacido en Orense personas como ésta, lo mismo que para sus descendientes, proceder de antepasados tan excepcionales.
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